Domingo es Fiesta

Domingo 3 – C | Escuchar a Jesús

“Hoy se cumple esta Escritura”

Proclamamos el Santo Evangelio según san Lucas 1,1-4;4,14-21

Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribir para ti, ilustre Teófilo, un relato ordenado a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la región. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.

Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso de pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor”.

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Todos en la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y se puso a decirles:

“Hoy se cumple esta Escritura que acaban de oír”.

Palabra de Dios.

Palabras de Clemente:

Amigos, hoy comenzamos a leer el Evangelio de San Lucas que será el texto básico durante todo este Ciclo C del 2025. A diferencia de los otros Evangelistas que fueron testigos directos de la vida de Jesús, Lucas parece que ya pertenece a la nueva generación de cristianos. También él ha querido analizar la vida de Jesús escudriñando lo que los testigos habían dicho.

En este domingo, Lucas comienza por presentar un primer flash de la verdad de Jesús y de su Evangelio. No es un estudio doctrinal, sino la presentación de Jesús y del Evangelio como una Buena Noticia para todos los hombres.

Comentando esto, Pagola, en uno de sus comentarios, lo presenta así: “Escuchar el Evangelio de Jesús es escuchar una llamada a cambiar las relaciones entre los hombres a favor de los pobres. Es aprender a mirar la vida con los ojos de aquellos que son nuestras víctimas. Es adquirir una sensibilidad para defender todo aquello que traiga a los hombres libertad verdadera, solidaridad y vida más humana”.

Presenta a Jesús casi con la misma introducción a las tentaciones en el desierto. “Jesús volvió a Galilea empujado por el Espíritu”. Lo cual nos está revelando que Jesús no se mueve por sus propios gustos y deseos sino “movido empujado siempre por el Espíritu”, algo que los cristianos debiéramos tener siempre presente. ¿Actuamos movidos por nuestros intereses, por nuestros gustos y apetencias, o empujados interiormente por el Espíritu? Debiéramos ser como Jesús, un Evangelio vivo, es decir, una Buena Noticia, sobre todo para aquellos que nosotros mismos hemos marginado y excluido.

1.- El pasado domingo veíamos a Jesús devolviendo la alegría y la fiesta a una boda que estaba a punto de terminar en velorio y hoy Lucas nos presenta a Jesús como una buena noticia para todos los marginados…
RESPUESTA: Algo que los cristianos nunca debiéramos olvidar. Debemos ser cristianos que devuelven la alegría al mundo, cristianos que se hacen esperanza para todos los que humanamente han perdido la esperanza.

2.- Usted comenzaba su presentación diciendo que Jesús y el Evangelio no eran doctrinas ni ideas, sino Buena Noticia.
RESPUESTA: Esto es claro. Jesús no se presenta ni como filósofo ni como teólogo. Jesús se presenta como vida, como buena noticia, como anuncio gozoso de Dios al hombre.

3.- Decía usted, citando a ese autor, que el primer mensaje de Jesús era un cambio de relaciones entre los hombres.
RESPUESTA: Al hacer su lectura del Libro de Isaías escoge precisamente ese llamado profético a la conversión de nuestros corazones en sus relaciones con los demás hombres. Un cambio de actitudes.

4.- ¿No le parece extraño que no comience por hablar de Dios, sino por hablar de los hombres?
RESPUESTA: Claro que habla de Dios. Habla de que “hoy se cumple esta Palabra”, hoy se cumplen las promesas de Dios, pero lo hace poniendo al hombre en el centro de su predicación. Sobre todo poniendo en el centro de su predicación a aquellos a quienes nosotros mismos habíamos marginado y excluido.

5.- Curioso de verdad. Comenzar no por los saludos y reverencias a los de arriba, sino por preocuparse por los de abajo.
RESPUESTA: Jesús comienza a marcar las líneas y el camino de su Evangelio. Un buen anuncio para los de abajo, a los que les pone nombre para que nadie se equivoque.

6.- Aquí no veo yo nombre alguno…
RESPUESTA: Yo creo que sí y tú mismo lo has leído. “Anunciar el Evangelio a los pobres”. “Anunciar la libertad a los cautivos, la vista a los ciegos”. “La libertad a los oprimidos”.

7.- Pobres, cautivos, ciegos y oprimidos, todos los que socialmente no contaban.
RESPUESTA: Tú lo has dicho. A los que no contaban en la sociedad. Hubiese sido mejor decir “aquellos a quienes nosotros mismos habíamos excluido”. A todos ellos les anuncia y proclama uno de los dones fundamentales de la persona humana.

8.- ¿Cuál es ese don fundamental de la persona?
RESPUESTA: Algo que define esencialmente al hombre y algo por lo que todos luchamos y ansiamos, la libertad. Por eso es un anuncio liberador. Liberador de la pobreza que esclaviza al hombre. Liberador de los que han perdido su libertad. Liberador de aquellas condiciones que a uno le hacen dependiente de los demás, los ciegos y oprimidos.

9.- Parece un discurso político en tiempos de elecciones.
RESPUESTA: Un discurso que es profundamente humano y profundamente cristiano. Todo aquello que nos libera de nuestras esclavitudes y dependencias y faltas de libertad es honda y profundamente cristiano. Tan importante que hasta los políticos se presentan, sin quererlo, con un mensaje evangélico, aunque luego se olviden del Evangelio e incluso no se atrevan a citarlo.

10.- Esta presentación de Jesús debió caer en el público con un baldazo de agua fría…
RESPUESTA: Debió de caer como una ducha fría, sobre todo para aquellos que en nombre de la ley y, por tanto, en nombre de Dios oprimían y excluían a los demás.

11.- Pero esto era quitarles el piso a los hombres religiosos de la Ley. Una ley que ellos tenían como expresión de la voluntad de Dios.
RESPUESTA: Evidentemente los dejaba sin piso porque Jesús presentaba otra traducción diferente de lo que Dios quería y, por tanto, de la voluntad de Dios a la que ellos se aferraban. Esto es claro y es, además, una buena lección para todos.

12.- En qué sentido una buena lección para todos.
RESPUESTA: No hay mayor deformación de Dios que presentar a un Dios que priva de la libertad, que es contrario a la libertad del hombre, que a título de Dios se legitima la opresión.

13.- ¿Es que podemos manipular tan fácilmente a Dios?
RESPUESTA: A Dios le podemos manipular de muchas maneras. Entender su palabra según nuestros intereses, tratando de justificar nuestros intereses con la voluntad de Dios, en vez de vernos nosotros a la luz de Dios. Es decir, traer a Dios a nuestro molino en vez de que nuestro molino se interprete desde Dios. Por eso Jesús viene a poner a Dios en su verdadero lugar en la conciencia de los hombres.

14.- ¿Qué hacen la Iglesia y los cristianos a favor de la libertad de los hombres, cuando tantos hombres siguen siendo esclavos de la pobreza y de la marginación?
RESPUESTA: En primer lugar, reconocer la libertad de los cristianos dentro de la misma Iglesia y luego luchar por la libertad de los hombres en la sociedad. La Iglesia no puede ejercer un poder social o político, esa no es su misión.

15.- ¿Entonces cuál la misión de la Iglesia?
RESPUESTA: Dos cosas fundamentales: denunciar y anunciar. Tener la valentía de levantar la voz y denunciar todo aquello que atenta contra la dignidad del humano y, a la vez, anunciar la buena noticia del valor y del sentido de la persona.

16.- Usted hablaba mucho de que aquí Jesús modificaba las relaciones humanas entre los hombres.
RESPUESTA: E insisto en ello. Jesús anuncia un tipo de relaciones entre las personas donde las personas tienen la primacía sobre las cosas.

17.- Padre, el Papa Benedicto XVI publicó una Encíclica sobre la Caridad en la verdad. ¿Aportó algo a esta visión del hombre?
RESPUESTA: No solo aporta, sino que presenta el orden social, económico, político y cultural desde la centralidad del hombre. Así como los sistemas económicos tienen como eje el capital y la productividad y ganancia, la Iglesia presenta que lo más importante de todo es la persona humana y el cambio de relaciones en una verdadera fraternidad.

18.- ¿El hombre, en vez del capital, como eje del progreso y desarrollo?
RESPUESTA: Y tiene frases que pudieran convertirse en verdaderos eslogans. ¿Te leo alguna?

19.- Creo que sería importante.
RESPUESTA: Fíjate lo que dice: “La sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos”. “La razón, por sí sola, es capaz de hacer la igualdad entre los hombres y establecer una convivencia cívica entre ellos, pero no consigue fundar la hermandad”. Pero hay otra frase que me gustaría la leyeses tú mismo para que no digas que yo invento. Lee este final del n.25 que es clarísimo…

20.- Veamos, número 25, final… Ya. “Quisiera recordar a todos, en especial a los gobernantes que se ocupan en dar un aspecto renovado al orden económico y social del mundo, que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad.” “Pues el hombre es el autor, el centro y fin de toda la vida económica y social”. Interesante…
RESPUESTA: Si te has fijado lo del “hombre como primer capital y como es preciso salvaguardar y valorar al hombre, la persona en su integridad”, él mismo lo pone en letra bastardilla para llamar la atención y que no se pase medio a escondidas.

21.- ¿Por qué entonces se acusa tanto a la Iglesia de ser retrógrada y de ser una Iglesia demasiado espiritualista?
RESPUESTA: Yo me pregunto y te pregunto a ti como periodista, ¿cuál es el sistema más progresista el que defiende la técnica y las ganancias o el que defiende la dignidad y el valor del hombre? La Iglesia no niega la técnica, ni el desarrollo ni el progreso. Y lo afirma claramente…

22.- Entonces, ¿qué busca entonces la Iglesia?
RESPUESTA: Que técnica, que desarrollo, que progreso tengan como centro al hombre y a la persona en su integralidad. Es decir, pide simplemente un cambio de eje y de horizonte. Como dice en otra parte la misma Encíclica: “Desarrollo al servicio del hombre entero y de todos los hombres”. El hombre tomado en todas sus dimensiones. Y a todos, pero todos los hombres. Sólo así podremos hablar de lo que el Benedicto XVI llamó “nuevo humanismo.”

23.- Finalmente, usted terminaba su presentación afirmando que Jesús se presentaba como “buena noticia” y que esa debiera ser también la misión de la Iglesia y de todo creyente.
RESPUESTA: Jesús, a lo largo de su vida, condenó muchas cosas. Condenó todo aquello que atentaba contra la dignidad de la persona humana. Esta tiene que ser también la misión de la Iglesia. La Iglesia no quiere detener el ritmo de la historia ni los avances de la ciencia y de la técnica, lo que hace es salvaguardar el valor y la dignidad de la persona humana.

24.- Esto es, sin duda, una predicación mucho más positiva y que afecta más directamente a la sensibilidad humana de todos.
RESPUESTA: Es interesante la terminación de esa Encíclica del Papa. Primero cita un texto de Pablo “como buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, estimando a los demás más que a uno mismo” (Rom 12,9-10). ¿Te imaginas que pensemos que el otro es más importante que nosotros? ¿Y sabes cuál es su última frase?

25.- La verdad que no tengo idea.
RESPUESTA: Una súplica a María para que nos conceda la fuerza, la esperanza y la alegría necesaria para continuar generosamente la generosamente la tarea a favor del “desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres”. Este es el final. Una buena noticia para el hombre.

DESPEDIDA: Bueno, amigos, no somos cualquier cosa. Jesús comienza por dar importancia al hombre, sobre todo a los menos favorecidos.

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