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Domingo 16 – B | Como ovejas sin pastor | IQC2021

Jesús vio una multitud y sintió compasión de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor…

Proclamamos el Evangelio de Jesucristo según San Marcos en el Capítulo 6, versículos del 30 al 34:

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.

Él les dijo: “Vengan ustedes solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”. Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer.

Se fueron en la barca a un sitio tranquilo y apartado.

Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todos los pueblos fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y sintió compasión de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

En la primera lectura que está tomada de Jeremías leemos:

¡Ay de los pastores que dispersan y dejan que se pierdan las ovejas de mi rebaño! –oráculo del Señor–.

Así dice el Señor, Dios de Israel:

“A los pastores que pastorean a mi pueblo: Ustedes han dispersado y ahuyentado a mis ovejas, y no las han cuidado; pero yo les tomaré cuentas, por la maldad de sus acciones” –oráculo del Señor–.

PALABRA DE DIOS

1.- Padre Clemente, ¿se puede saber por qué hoy hemos leído el Evangelio y parte de la primera lectura de la Misa?
RESPUESTA: Por una razón muy sencilla. Ambas lecturas las hacemos hoy en la Misa. La primera y la segunda tienen mucho que ver entre ellas. Es más, yo diría que cada una representa una de las caras de la moneda.

2.- Personalmente siento la impresión de que se trata de dos textos bien distintos. El del Evangelio está lleno de serenidad y paz, en tanto que en el de Jeremías uno lo siente como cargado de rabia, de malestar y de enfado. ¿No lo siente usted así?
RESPUESTA: Bueno, el Evangelio nos presenta una de las escenas de los nuevos pastores mientras que la primera lectura, nos presenta la imagen de los malos pastores y frente a los cuales, Dios asume actitudes bien serias.

3.- ¿Nos podría ofrecer los rasgos de los buenos pastores que destaca aquí Marcos?
RESPUESTA: Es una escena tierna. El grupo de los discípulos ha sido enviado a los pueblos a anunciar la Buena Noticia. Están de vuelta otra vez y los encontramos en torno a Jesús hablando de sus experiencias. En un segundo momento, vemos a Jesús invitándolos a un lugar solitario para descansar. Pues también los pastores necesitan descanso. En un tercer momento, nos presenta a la gente que, con sus problemas, no les dan ni tiempo para comer. Para finalmente presentar a Jesús atendiendo con calma a la gente.

4.- Padre, de ordinario, los Evangelios nos hablan poco sobre la vida interna del grupo que sigue a Jesús. Nos hablan de lo que hacen para con los demás, pero apenas nos dicen nada de qué sucedía dentro de ellos.
RESPUESTA: Ya me imagino. Tú conoces más lo que hacemos los sacerdotes con los fieles, que la vida que llevamos luego nosotros. ¿Verdad? Conocemos mejor lo que los Obispos hacen hacia fuera, que la vida que viven con ellos mismos.

5.- Pero esto es verdad. Ustedes hablan mucho de los problemas de la gente, pero poco se les escucha hablar los problemas que me imagino también tienen entre ustedes.
RESPUESTA: Por eso te decía que era un texto tierno. Han estado predicando a la gente y, ahora, a su regreso hablan con Jesús de su propia experiencia. Jesús nos hace ver que también ellos están casados y necesitan de un espacio para relajarse un poco. Marcos nos habla de cómo la gente los busca tanto, que ni Jesús ni sus discípulos tienen tiempo para comer tranquilos.

6.- Padre, discúlpeme si digo una tontería, pero por la experiencia que tengo con los sacerdotes, están ustedes bien ocupados las veinticuatro horas del día.
RESPUESTA: Yo también veo a ustedes los seglares bien ocupados todo el día para ganarse el pan de su familia. Yo siempre he considerado una bendición que la gente nos busque. Lo malo sería que no tuviésemos nada que hacer…

7.- ¿No cree usted que la gente también es un poco pesada y se imagina que el sacerdote no tiene otra cosa que hacer?
RESPUESTA: Si esto es así, yo no me quejaré. Siempre será mejor que a uno lo busquen a que uno tenga que andar buscando. En esto creo, sí debo reconocer que el sacerdote está bien ocupado. Podrán decir de nosotros que somos esto o lo otro, pero no creo que nos tachen de holgazanes y aburridos que no hacen nada.

8.- Pero también ustedes se cansan…
RESPUESTA: De eso no te quepa la menor duda. Nos cansamos y se cansaban los discípulos… y el mismo Jesús se cansaba.

9.- ¿Hasta el punto de que no tengan ni tiempo para comer…?
RESPUESTA: Fíjate lo que dice Marcos: “Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer”. ¡Qué bella imagen de aquellos que han consagrado su vida al servicio de los demás! Pero ¿quieres que te diga una cosa?

10.- No me dirá que también ustedes pueden vivir sin comer…
RESPUESTA: Yo al menos no. Yo sí tengo tiempo para comer. Por más que alguna vez anduve escaso, pero yo iba a otra cosa. Tú y yo nos fijamos en que Jesús y los suyos estaban tan acosados de la gente que no les dejaban ni tiempo para comer… Pero los que los buscaban tampoco comerían mucho mientras los buscaban. ¡Salvo que llevasen bocadillos! ¡Esto sí me parece estupendo: que la gente no tenga tiempo para nada buscando a sus pastores y los pastores no dispongan de tiempo para ellos mismos porque tienen que atender a la gente!

11.- ¿Usted nunca se ha cansado de atender a la gente que lo busca?
RESPUESTA: Cantidad de veces. Lo que no me gusta es que la gente se dé cuenta de que estoy casando porque entonces siente como le atendiese de mal humor, pero todo esto yo no le veo nada de particular. Por la sencilla razón de que, la misma pregunta te la pudiera hacer yo a ti y a todos nuestros oyentes: ¿Tú nunca te has cansado atendiendo a tu trabajo? Todo trabajo conlleva cansancio. El cansancio es inherente a todo el que trabaja. Lo peor el cansancio del que no hace nada…

12.- Lo que no logro entender, después de todo esto, a qué viene el texto de Jeremías, que, digámoslo en voz baja, es bien fuerte contra los pastores.
RESPUESTA: Cuando leí estos textos también yo me preguntaba por dónde iba el agua… Y logré descubrir el secreto.

13.- Espero comparta ese secreto con nosotros…
RESPUESTA: La respuesta la tienes ahí mismo en el texto de Marcos. ¿Por qué no lees tú mismo el versículo 34, el último de Marcos?

14.- Versículo 34… Ya. “Al desembarcar Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor”.
RESPUESTA: Ahí tienes el secreto o explicación. Jesús contempla a la gente, abandonada, sin guías, sin pastores. Gente que anda a la deriva y que ahora recién parece ha encontrado al que puede guiarles y decirles una palabra de aliento. La gente es buena, pero necesita de guías, necesita de pastores. Como decía Ezequiel: hay ovejas enfermas, las hay extraviadas, hay ovejas flacas porque no se alimentan adecuadamente, hay ovejas en peligro y hay ovejas con buena salud.

15.- ¿Y Jeremías contra qué pastores predica entonces?
RESPUESTA: Hay ovejas que tienen buenos pastores. Hay ovejas que tienen malos pastores porque las abandonan. Jeremías predica con estos últimos, contra los malos pastores, a los que grafica muy bien.

16.- ¿Cómo grafica Jeremías a los malos pastores?
RESPUESTA: ¿Recuerdas cómo Jesús se declara el Buen Pastor a diferencia de los malos pastores, en el capítulo 10 de San Juan? Pues aquí Jeremías les asigna tres características: “Pastores que dispersan a las ovejas”. “Pastores que expulsan del rebaño a las ovejas”. Pastores que “no guardan a las ovejas”. Dispersar, expulsar y no guardar.

17.- Pastores que “dispersan a las ovejas”. Pastores un poco extraños… ¿No cree?
RESPUESTA: Jeremías apunta a aquellos pastores que, en vez de unir al rebaño, lo divide. En vez de crear armonía entre las ovejas, crean desajustes, divisiones.

18.- Sé que la pregunta no le va a gustar, pero creo que debo hacerla. ¿También hoy existen pastores que dividen el rebaño?
RESPUESTA: Sencillamente te invito a que tú mismo eches una mirada sobre la Iglesia. ¿No la ves dividida? En el siglo XI la ruptura con la Iglesia de Constantinopla, en el siglo XVI la ruptura protestante, y luego cantidad de rupturas. Y si nos miramos hacia dentro nosotros mismos ¿tú eres testigo de que somos una Iglesia internamente unida o que también entre nosotros hay demasiadas rupturas?

19.- Lo que sí me extraña sobremanera es que haya pastores que “expulsan a las ovejas del rebaño”.
RESPUESTA: Con el Evangelio en la mano, yo descubro un Jesús que jamás expulsa a nadie. Ni siquiera del pequeño grupo o rebaño que le sigue a Él. No expulsó a Pedro cuando se negó a aceptar al Mesías crucificado. No expulsó ni siquiera a Judas, del que Juan dice en el capítulo 6, “pues Él sabía desde el principio quién le iba a entregar”. Pues Judas saldrá de su propio pie en la Ultima Cena, pero jamás podrá decir que Jesús lo expulsó.

20.- Pero la Iglesia sí expulsa… ¿No me va a decir que muchos se sienten excluidos de la Iglesia?
RESPUESTA: La Iglesia del Evangelio nunca será la Iglesia que expulsa a nadie: ni al leproso, ni a la adúltera, ni a Pedro, ni a Tomás, ni a Judas, ni siquiera, fíjate, a los que lo crucifican. Porque la Iglesia del Evangelio es más la Iglesia de la comunión y del amor, que la Iglesia de la ley. El amor no excluye a nadie. La ley sí es excluyente.

21.- Padre, si no le molesta, yo quisiera hacerle una pregunta, que me imagino que estos momentos, muchos se la están haciendo.
RESPUESTA: Eres libre de hacerla. Frente al Evangelio no es cuestión de si la pregunta molesta o agrada. También las preguntas molestas tienen cabida en el Evangelio.

22.- Padre Clemente, hoy son muchas las parejas que han fracasado en su matrimonio y han vuelto a casarse sólo por lo civil. Estas parejas se sienten fuera de la Iglesia, se sienten, muchas de ellas, excomulgadas.
RESPUESTA: Un momento. Esas parejas están como dice la Iglesia en situaciones irregulares, pero siguen siendo miembros de la Iglesia como tú y como tú y como el párroco o el Obispo. Ellas no han renunciado al Bautismo. La Iglesia no las ha excomulgado. La Iglesia les puede poner unas ciertas limitaciones sacramentales, pero, por favor, no están excomulgadas. Siguen siendo Iglesia.

23.- Lo curioso del anuncio de Jeremías, al menos hasta donde yo logro entenderle es que, ya que los pastores dejan en abandono a sus ovejas, Él mismo, Dios mismo, se declara su pastor…
RESPUESTA: Es lo que Jesús hace en este texto del Evangelio. “Vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor”. Termina con gesto maravilloso: “y se puso a enseñarles con calma”. Jesús, en vez de insistir en hablar mal de los pastores, Él mismo asume el trabajo de pastor. A pesar de todos sus cansancios y no tener tiempo para comer, les “enseña con calma”.

24.- Entiendo, las críticas sirven de poco cuando luego no se hace nada.
RESPUESTA: Siempre será más fácil criticar a la Iglesia que arrimar el hombro, tender la mano y decir una palabra de esperanza.

25.- Amigos, hoy el Evangelio nos ha traído a todos como una pequeña brisa de esperanza. Podemos fallarle a Dios, pero Él no nos excomulga. Nos ama demasiado y, por eso, espera siempre.

DESPEDIDA: Sí, amigos, ¿qué os sentís ovejas enfermas o incluso extraviadas? Dios os sigue esperando. En cualquier momento os encuentra. Pudiera ser hoy.

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