Domingo es Fiesta

Domingo 22 – A | Santa Rosa

“El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza y la levadura”

Proclamamos el Evangelio de Jesucristo según San Mateo, Capítulo 13 versículos del 31 al 35:

Otra parábola les propuso: “El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo.

Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas”.

Les dijo otra parábola: “El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo”.

Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: Abriré mi boca en parábolas, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.

PALABRA DE DIOS.

Palabras de Clemente

Amigos: Hoy celebramos la Fiesta de nuestra hermana Santa Rosa de Lima. Nació en una familia, dicen que, en otro tiempo acomodada, pero cuando ella nació había venido a menos y ya sabían lo que era la pobreza y las dificultades de la vida.

¿Qué es lo que a mí más me impacta de Santa Rosa? Yo diría que todo. Pero me gustaría rescatar algunos aspectos que me parecen claves. En primer lugar, hemos de reconocer cuán rápido las semillas del Evangelio han comenzado a dar preciosos frutos de santidad en nuestra tierra latinoamericana y en concreto en el Perú.

En segundo lugar, Dios quiso que la primera santa nacida en esta tierra fuese precisamente no una religiosa o un sacerdote, sino una mujer seglar, una mujer de casa.

En tercer lugar, es maravilloso cómo Sana Rosa sabe compaginar la contemplación y la entrega a Dios y su celo por los indios y los pobres, los necesitados y los enfermos hasta convertir una pequeña habitación de su casa en una especie de hospital o enfermería.

Es posible que muchos de vosotros acudáis hoy a su Santuario, sobre todo al llamado “pozo de los deseos”. Sería interesante leer todos esos papelitos echados al fondo del pozo y ver cuáles son hoy los verdaderos deseos de vuestros corazones.

Personalmente nunca eché papelito o sobre alguno, pero si echase alguno expresando mis deseos, ¿sabéis lo que le pediría a nuestra Santa? Algo muy sencillo, pero de suma importancia. Le pediría que nos ayude a despertar en el Pueblo de Dios su vocación bautismal a la santidad. ¿Alguien se me habrá adelantado? Ojalá.

1.- Padre, acláreme algo. ¿Qué relación tiene el texto del Evangelio que hemos leído con la fiesta de Santa Rosa?
RESPUESTA: Mucha. Yo me atrevería que le pone como el colchón o la clave de lectura de su santidad.

2.- No entiendo en qué sentido puede ser la clave de lectura de la santidad de Santa Rosa.
RESPUESTA: El Evangelio nos presenta cómo el reino de Dios comienza siempre como una pequeña semilla o como un simple fermento en la masa. A los Santos no podemos sacarlos de su ambiente y de su momento histórico.

3.- ¿Y cuál es ese momento histórico de nuestra santa?
RESPUESTA: Recién se ha iniciado la Evangelización de Latinoamérica y el Perú ocupa un lugar central y privilegiado. Evidentemente tiene que ser un comienzo muy sencillo todavía. Sin embargo, ¿te das cuenta de lo rápido que el anuncio del Evangelio florece en Santidad en el Perú?

4.- Lo extraño es que coincide con momentos de crisis de la fe en el Viejo Continente.
RESPUESTA: Todo el siglo XV y XVI son siglos de grandes crisis y debilitamiento de la fe en la Iglesia. La Iglesia se divide y Europa queda dividida en dos: la católica y la protestante. También hay un resurgimiento de las grandes figuras de la santidad europea y el comienzo de una nueva serie de Santos en el Perú.

5.- Con esto me está diciendo que los santos son el antídoto de Dios a las crisis de la Iglesia.
RESPUESTA: En casi todas las crisis de la Iglesia, Dios despierta esas figuras de santidad que son capaces de mantener viva la fe y son como semillas de renovación espiritual.

6.- Padre, usted insiste siempre en el carácter seglar de Santa Rosa.
RESPUESTA: Es que me parece uno de los signos más bellos de la primera santidad en el Perú. Tú sabes que en torno a Santa Rosa se dan una serie de Santos de gran talla en la Iglesia. Religiosos, obispos, pero yo me quedo con la que se santificó en la casa de sus padres.

7.- ¿Por qué entonces siempre la vemos con hábito de monja?
RESPUESTA: Es cierto que ella sintió profundos deseos de entrar al convento y consagrarse en la vida religiosa. Sin embargo, Dios no la quería en el convento, sino en el mundo. Junto a la santidad religiosa y la santidad episcopal, Dios quiso echar las semillas de la santidad del Pueblo de Dios, del pueblo seglar. Es cierto que ella formó parte de la Tercera Orden dominicana, por eso le han puesto el hábito de consagrada. Yo hubiese preferido que la presentasen vestida de seglar.

8.- ¿Por qué es tan importante para usted este carácter laical de santa Rosa?
RESPUESTA: Porque era el comienzo de la evangelización y era el comienzo de la santidad, precisamente, como una llamada a los seglares a la santidad. Además, creo que ese aspecto lo hemos desarrollado muy poco.

9.- Pero para Santos ya están los religiosos y los curas…
RESPUESTA: Espero que no sea este tu convencimiento. En la Iglesia hemos vivido siglos en los que “para santos los curas y religiosos” e incluso más “los religiosos” que los “curas”. Esto creo que ha debilitado mucho a la Iglesia.

10.- ¿Por qué la ha debilitado?
RESPUESTA: Porque nos hemos hecho a la idea de que la santidad es para una clase selecta y no para el Pueblo de Dios. Así, durante siglos, el Pueblo de Dios ha tenido la sensación de que para los seglares bastaba con ir a Misa, no robar, no matar y alguito más. Pero si le hablabas de santidad te miraban asustados y casi la respuesta era la misma: “¿Me ves cara de santo?”.

11.- ¿Y cree usted que esto está cambiando?
RESPUESTA: Sinceramente, creo que sí. Hoy me encuentro con muchos seglares que me dicen: “Padre, ayúdeme o, bien, qué tengo que hacer para ser santo”. Hoy ya no extraña el que digamos que también los de corbata y pantalón vaquero tienen que ser santos.

12.- De todos modos, todavía tendremos que andar mucho camino para que nosotros los seglares nos podamos convencer de que la santidad es también para nosotros.
RESPUESTA: El camino será largo, pero ya hemos dado los primeros pasos. La mentalidad de la gente no se cambia de la noche para el día, requiere un proceso, pero ya vamos caminando. La Iglesia ya está llevando a los altares a algunos seglares y eso me parece estupendo.

13.- ¿A usted le gustaría ver en los altares a uno con pantalón vaquero?
RESPUESTA: Ese día sería el más bello de mi vida. Así como beatificaron a la Madre Teresa y apareció el cuadro en el Vaticano con aquella sonrisa típica de ella donde me enteré que los santos también tienen dientes. Y es siempre los ponen tan serios que uno duda si tenían dientes…

14.- Padre, usted insistía en el hecho de que Santa Rosa supo compaginar la contemplación de Dios con la contemplación de los hombres.
RESPUESTA: Y eso es un rasgo importante. Con frecuencia, diera la impresión de que o amamos a Dios o amamos al hombre. Pero amarlos a los dos nos parece a veces muy extraño.

15.- ¿En qué sentido Santa Rosa vive preocupada por los hombres, es decir por la realidad que la rodeaba?
RESPUESTA: La contemplación de Dios en la oración no fue obstáculo para que tuviese los ojos abiertos para ver la realidad de la gente que la rodeaba. Una de sus preocupaciones fueron precisamente los indios a los que no siempre se les trataba con dignidad de personas.

16.- Alguna vez, tengo entendido que se dudó de si los indios tenían alma. ¿Es verdad?
RESPUESTA: Claro que es verdad. Por eso Rosa de Lima sentía una predilección hacia ellos. Los pobres eran otra de sus preocupaciones, lo mismo que los enfermos. Se dice de ella que una de las habitaciones de su casa la convirtió en una especie de hospital donde atendía y curaba a los enfermos.

17.- Se ve que esto era bastante frecuente, pues de San Martín de Porres también se suele decir algo parecido.
RESPUESTA: Es que los santos han aprendido muy bien aquello de Jesús: amar a Dios y amar al prójimo, estos dos mandamientos son los principales de la Ley. Los Santos ven a los hombres en Dios y ven a Dios en los hombres.

18.- Pero si la condición familiar era pobre, ¿qué podía realmente hacer?
RESPUESTA: No siempre el que más tiene es el que más hace. A veces los que menos tienen son más sensibles a los que no tienen o tienen menos. No es cuestión de tener, es cuestión de amar.

19.- Sáqueme de una duda. ¿Cuál es la misión de los santos en la Iglesia?
RESPUESTA: La misma que la de los grandes héroes de una nación, ser modelos de lo que la gracia puede hacer en nosotros y animarnos a los demás con su ejemplo. No se trata de que nosotros seamos como ellos, sino de que, al igual que ellos, cada uno de nosotros tome en serio su compromiso con Dios.

20.- Padre, usted insiste continuamente sobre la vocación de los seglares a la santidad. Pero, seamos honestos y sinceros, ¿puede un hombre o una mujer seglar, con todos sus problemas aspirar a la santidad?
RESPUESTA: ¿Y puede un hombre o una mejor cuando nacen aspirar a crecer y desarrollarse y hacerse adultos?

21.- Bueno, eso lo veo normal.
RESPUESTA: Pues yo veo tan normal que un hombre y una mujer, metidos en el trajín de la vida, que aspiren a madurar en la vida del bautismo. Toda vida está llamada a crecer y desarrollarse y llegar a su plenitud. Y la vida del Bautismo, también.

22.- ¿Significa todo eso que la santidad no depende tanto del estado de cada uno, sino de algo diferente?
RESPUESTA: El crecimiento del ser concebido no depende del estado o condición de vida en que fue concebido, sino del germen de vida que hay en él. La santidad no depende tanto del estado o condición de vida en el que cada uno se encuentra, sino del germen bautismal. Es nuestro bautismo el que está llamado a crecer en nosotros.

23.- El Bautismo es el mismo para todos…
RESPUESTA: Tu Bautismo y el mío son el mismo sacramento. Tu Bautismo y el del Papa o del obispo son el mismo sacramento y está llamado a crecer y desarrollarse en nosotros igual que en el resto.

24.- Si la fuente de la santidad en la Iglesia es el Bautismo, lo que no entiendo es ¿por qué hemos vivido esa tremenda diferencia entre religiosos, sacerdotes y seglares?
RESPUESTA: Porque hemos partido más de los llamados “estados de perfección” que propiamente del Bautismo. Felizmente, el Concilio Vaticano II eliminó lo de “estados de perfección” y tiene un lindo capítulo, en la Constitución sobre la Iglesia, el Capítulo 5 en concreto titulado: “Llamamiento universal a la santidad”. Que traducido en algo más sencillo significa: “Todos llamados a la santidad”.

25.- Usted cree que si llegando a mi casa les digo a mis hijos: “Hijos, vuestro padre está llamado a ser santo”. ¿Me van a creer?
RESPUESTA: Es posible que tus hijos ya tengan otra mentalidad. En todo caso, tu santidad no depende de que tus hijos lo crean o no. Tu santidad depende de tu Bautismo.

26.- Yo tenía la idea que usted tenía que ser santo por ser sacerdote y ahora resulta que también usted tiene que ser santo como cualquiera de nosotros por su bautismo.
RESPUESTA: Mi santidad depende radicalmente de mi Bautismo. Mi Bautismo es el mismo que tú has recibido. Ahora bien, ciertas circunstancias de la vida pueden ser una exigencia más y el ser sacerdote tiene que darme una motivación más. Digamos que mi sacerdocio motiva mi Bautismo.

27.- Pienso que este año, Santa Rosa de Lima nos ha traído un mensaje alentador. Al menos nos ha recordado que no podemos quedarnos en ese cristianismo de simples aficionados, sino que estamos llamados todos a ser parte de la selección nacional. Yo no iré hasta su pozo a dejar mi deseo, pero desde aquí me uno al suyo para que entre nosotros despierte vocación de santos en nosotros los seglares.

DESPEDIDA: Bueno, amigos, no os contentéis son ser aficionados si podéis ser profesionales. No os quedéis en ser buenos, si Dios os quiere santos a todos.

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