Domingo es Fiesta

Domingo 19 – B | Yo soy el pan de vida | IQC2021

“Yo soy el pan de vida”

Proclamamos el Evangelio de Jesucristo según san Juan 6,41-51

En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: “Yo soy el pan bajado del cielo”, y decían: “¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?”.

Jesús tomó la palabra y les dijo: “No critiquen. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”.

Todo el que escucha lo que dece el Padre y aprende, viene a mi. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que porcede de Dios: ese ha visto al Padre. Les aseguro: el que cree, tiene vida eterna.

Yo soy el pan de vida. Los padres de ustedes comieron en el desierto el maná y murieron: este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.

Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”.

PALABRA DE DIOS

Amigos de cada domingo: Hoy os tenemos una maravillosa noticia. No. No está en las primeras páginas de los periódicos, pero está en el Evangelio de Jesús. ¿Sabíais que, si tenéis fe en Jesús, ya tenéis desde ahora la vida eterna en vosotros? No. La vida eterna no es algo que comienza después de la muerte. La vida ya actúa desde ahora en nosotros.

1.- ¡Y siguen los líos…!
RESPUESTA: Pues sí. Siguen los líos y los problemas entre Jesús y los judíos.

2.- ¿Tan complicado era Jesús como para suscitar constantemente situaciones conflictivas en torno a su persona?
RESPUESTA: ¿Y por qué no planteamos el problema al revés? ¿Tan complicados somos los hombres que no queremos entender el lenguaje de Dios?

3.- Yo entiendo que los hombres podamos ser complicados y difíciles, pero alguna manera, la predicación de Jesús y su misma persona tienen mucho de conflictividad…
RESPUESTA: También es cierto. La Encarnación de Jesús siempre resultará conflictiva para la razón y la inteligencia humana, también la nueva encarnación eucarística. No hay duda de que la Eucaristía siendo el misterio de nuestra fe y el alimento de nuestra fe, también es una realidad que provoca y despierta profundas crisis de fe.

4.- Pero tiene que haber alguna razón que explique estas situaciones difíciles. Porque, acudir a la respuesta cómoda de que el hombre no quiere aceptar a Dios, también puede ser una salida fácil, que no convence…
RESPUESTA: En el fondo siempre estará en juego la verdad de Dios. El misterio de Dios y, por tanto, siempre hay un trasfondo de la idea que nosotros tenemos de Dios y la verdad que Dios nos dice de sí mismo.

5.- ¿Cree usted que resulta fácil aceptar la frase que Jesús se aplica a sí mismo? “Yo soy el pan que ha bajado del cielo”. Si hoy alguien aparece por ahí y nos dice lo mismo, de seguro que nos reímos de él, o simplemente lo llevamos al manicomio por loco.
RESPUESTA: No resulta nada fácil pasar de la idea natural y filosófica que tenemos de Dios, a esta nueva imagen revelada. Sin embargo, ellos, también hay que reconocerlo, durante siglos habían vivido una idea diferente a la de los filósofos… Porque todo el Dios del Antiguo Testamento es un Dios profundamente metido en la historia de los hombres. Tenemos que confesar que este capítulo 6 de San Juan, llamado el capítulo del “pan de vida” también pudiera ser llamado el capítulo de la fe, de la pedagogía de la fe.

6.- ¿Por qué el capítulo de la pedagogía de la fe?
RESPUESTA: Porque todo el proceso del capítulo va como trazando el camino para pasar de los sentidos a la actitud de fe, de la razón a la fe, del pan material al pan de la eucaristía, del Jesús hombre al Jesús Hijo de Dios, del Jesús de carne y hueso al Jesús hecho pan de Eucaristía…

7.- Padre, si no leo mal los Evangelios, siento la impresión de que Jesús tenía un punto débil por donde parecía fácil atacarle, o que al menos, hacía difícil la fe en Él…
RESPUESTA: ¿Cuál es para ti ese punto débil que hace a Jesús vulnerable a las críticas que le hacían?

8.- Aquí le vuelven a repetir el mismo argumento que Marcos señala cuando Jesús va a su pueblo Nazaret, le vuelven a recordar su origen, le vuelven a recordar a sus padres…
RESPUESTA: Ciertamente que el conocer a sus padres y el lugar donde nació y donde vivió resulta ser un estorbo bien grande para aceptar su origen divino. No es fácil pasar del origen humano al origen divino. No es fácil conocer a María y José y luego decir que Dios es su Padre, y que viene del Padre. Eso puedo resultar fácil para quienes tenemos fe, pero resulta difícil para quien no ha llegado todavía al plano de la fe. Por eso, creo que tenemos que tener mucha comprensión con aquellos que dicen que no tienen fe y que no aceptan ciertas verdades.

9.- Desde luego, esto que usted acaba de decir, creo que lo pensamos poco. Para quienes hemos nacido mamando la fe, todo nos parece lógico y coherente. Pero quién nunca ha tenido la suerte de vivir todo esto desde niño, tiene que experimentar una profunda angustia en su corazón.
RESPUESTA: Cierto que Jesús estaba mostrando signos de credibilidad. Esto es cierto. Pero el tránsito de la razón a la fe, nunca es fácil, sobre todo a quienes han estado viviendo otro estilo de vida religiosa. Esto nos tendría que hacer a todos mucho más comprensivos con los que no tienen fe. Con frecuencia, viven verdaderos dramas en su espíritu. Incluso, muchos quisieran creer y no aciertan a creer. La fe, el creer, que para nosotros resulta a caso demasiado fácil, no deja de ser un verdadero misterio.

10.- ¿Por qué dice usted que el creer puede resultarnos a nosotros posiblemente demasiado fácil?
RESPUESTA: Porque es posible que para la inmensa mayoría de nosotros la fe se nos haya hecho tan connatural que nunca hemos pasado una verdadera crisis de fe. Por eso, también es posible que muchos nunca hayamos tenido una verdadera actitud de fe y no hayamos pasado de simples creencias.

11.- Si no es una indiscreción, ¿usted ha pasado por crisis fe?
RESPUESTA: Muchas veces. Muchas veces mis pensamientos se han enredado y he tenido que atravesar por momentos de grandes oscuridades. Otras veces, lo que uno ve le hace tambalear… Lo mismo de Jesús: conocen a sus padres y María y José ¿te das cuenta? Se convierten en un obstáculo y dificultad para aceptarlo como Hijo de Dios. Y esto mismo nos sucede con la Iglesia. No siempre el tránsito de la Iglesia a Jesús resulta fácil, como no resultaba nada fácil el tránsito de María y José al Hijo de Dios…

12.- ¿Son buenas o malas las crisis de fe?
RESPUESTA: Las crisis no son ni buenas ni malas. Son sólo eso, crisis. Según se afronte las crisis pueden ser buenas o pueden ser malas. Pueden terminar en desastre espiritual o pueden madurar en fe.

13.- Pero, además, aquí hay algo mucho más serio. La fe tampoco es algo que dependa de la simple voluntad de creer… Jesús mismo la presenta como un don del Padre cuando dice: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado”.
RESPUESTA: Evidente que ese es otro problema. Aquí no es cuestión de gastarnos los codos y la mollera pensando, discurriendo… La fe es un don sobrenatural de Dios, es una atracción por parte de Dios Padre. Claro que por más que el Padre nos atraiga, uno también puede tener sus resistencias interiores que, con frecuencia son muchas. Por eso, yo no sé hasta donde nos sentimos agradecidos a Dios por este don que nos ha dado y que para nosotros nos resulta tan normal. Quien no valora este don, tampoco vivirá gozosamente del mismo.

14.- Padre, desde el saludo a nuestros oyentes, usted ha recalcado una cosa. Que la vida eterna está ya en nosotros desde ahora mismo. ¿No dicen que la vida eterna es la vida que está al otro lado de la muerte?
RESPUESTA: Bueno, ojalá lo dijese yo. Yo lo he dicho porque Jesús nos lo dijo primero. Ahí mismo tienes el texto. ¿Quieres leerlo tú mismo?

15.- Vamos a ver… Aquí está: “El que cree ya tiene vida eterna”.
RESPUESTA: Ya ves que no soy yo quien lo dice, lo dice Él mismo. Nosotros tenemos, sí la idea de que la vida eterna está en la otra orilla, al otro lado de la muerte. Sin embargo, para Jesús la vida eterna ya está en nosotros desde el momento de nuestra fe, desde el momento en que creemos en Él.

16.- ¿Está diciendo que nosotros vivimos dos vidas a la vez, la temporal y la eterna?
RESPUESTA: Quiero decir que la vida temporal ya tiene dimensiones de vida eterna, que la vida eterna no es algo que tengamos que esperar, sino que es algo que ya estamos viviendo. Porque la vida eterna no es aquí la vida que está más allá del tiempo, sino la vida misma de Dios en nosotros. Así como vivimos nuestra propia vida personal, vivimos también de alguna manera la vida de nuestros padres en nosotros. Digamos que vivimos nuestra vida y en ella vivimos la vida sobrenatural de Dios que es, la vida vida, la vida de verdad.

17.- ¿Cuál de las vidas vivimos entonces? En estos momentos su vida es la temporal o es la vida eterna.
RESPUESTA: Yo vivo plenamente la vida temporal, pero llena de vida eterna, llena de la vida de Dios en mí. Hasta diría que vivo la vida temporal, pero desde la experiencia de la vida divina de Dios en mi.

18.- ¿De dónde hemos sacado entonces nosotros y ustedes nos lo han repetido infinidad de veces, que la vida eterna es la que se nos regalará después de la muerte?
RESPUESTA: La espiga antes de ser espiga, ¿dónde estaba?

19.- La espiga estaba en el grano como semilla.
RESPUESTA: Exacto. Si siembras un grano de trigo sabes que dará espigas de trigo y si siembras un grano de cebada te dará granos de cebada. La espiga ya estaba en el grano antes de ser espiga, pero estaba como germen como semilla. Sin embargo, no llegará a ser verdadera espiga en tanto el grano no muera, ¿verdad?

20.- Por eso podemos decir que estaba en el grano, pero aún no tenía verdadera forma de espiga…
RESPUESTA: La muerte del grano sólo hace posible que lo que llevaba en germen, florezca ahora en espiga…

21.- ¿Cómo percibimos esta vida eterna ya existente en nosotros?
RESPUESTA: Fíjate si es real esta vida de Dios en nosotros que san Pablo no se cansa de repetirnos que no vivamos como hombres de la carne, sino como hombres del Espíritu. Si bien la llevamos en semilla, la vida de Dios en nosotros, eso que llamamos “vida eterna” ya está configurando nuestro modo de vivir nuestra vida ordinaria.

22.- Entiendo, seguimos siendo humanos, pero viviendo a lo divino…
RESPUESTA: Seguimos siendo humanos, plenamente humanos, pero a la vez el dinamismo que mueve por dentro nos lleva a vivir una vida a lo divino en el amor, paz, alegría, gozo, amabilidad, comprensión, perdón, generosidad, etc.

23.- Sin embargo, Padre, tal vez sea demasiado pesimista, pero todos vivimos esta vida eterna, como algo que esperamos, más que como algo que ya vivimos.
RESPUESTA: Es posible. Y es posible porque tenemos poca conciencia, poca experiencia de esta otra vida que llevamos dentro. Nos sucede lo mismo que con el grano. Para la mayoría el grano no pasa de ser eso, lo que vemos de él, un grano duro con el que se puede hacer harina. Sin embargo, para el que siembra, el grano vale por lo que lleva dentro, por esa pulpita blanca de donde brotarán los tallos.

24.- Pero el problema yo lo veo de otra manera. Se nos ha inculcado excesivamente el concepto de “vida eterna en el más allá”.
RESPUESTA: Ciertamente que, si se nos hubiese inculcado tanto la vida eterna en “el más acá”, como se nos ha inculcado en el “más allá” posiblemente tendríamos otro tipo de experiencia, distinta sobre nosotros mismos. Pero como seguimos pensando “en el más allá” sucede lo que muchos dicen: “que me dejen disfrutar de lo de más acá, que ya tengo tiempo para vivir lo del más allá”.

25.- Cuando en realidad el “más allá” tiene que comenzar en “el más acá”. Me imagino que sin el más acá no existe el más allá…
RESPUESTA: Hay una petición en las Preces de los fieles por los difuntos que me encanta, dice así: ¡Que nuestro hermano/a viva ahora en plenitud lo que en vida creyó y esperó”. Es decir, viva ahora plenamente lo que en vida sólo pudo vivir en la fe y la esperanza”. Pero que de alguna manera ya lo vivía…

26.- Jesús vuelve a insistir en que la fuente de esta vida es la fe en Él y es Él mismo convertido en el pan de la Eucaristía…
RESPUESTA: Lo que realmente hace posible la presencia de la vida divina de Dios en nosotros es la fe. La Eucaristía es el sacramento del amor, sí; pero, sobre todo, hemos de insistir en que es “el sacramento de la vida”. Comemos el pan de la Eucaristía para tener vida. Comulgamos para tener vida. Comulgamos para vivir desde ya una vida que no termina con el tiempo, sino que es eterna y, por tanto, definitiva.

27.- Padre, usted debe que tener un montonazo de vida. Todos los días celebra y todos los días come el pan de vida, tiene que tener vida a montones…
RESPUESTA: Ojalá… Pero no es lo mismo recibir la comunión como un simple acto piadoso que recibirla para vivir, para llenarnos de vida. Toda vida crece en la medida en que produce vida; por tanto, la comunión en la vida de Dios tiene que hacerse comunión en la vida de los hombres. Además, no es cuestión del número de comuniones…

28.- ¿Está usted diciendo que basta comulgar una sola vez?
RESPUESTA: Yo creo que debemos comulgar todas las veces que podamos, pero si comulgásemos bien una sola vez en la vida, como decía San Francisco de Sales, sería suficiente para hacernos santos.

DESPEDIDA: Bueno, amigos, ¿tenéis crisis de fe? No os amarguéis. Una crisis bien solucionada puede madurar mucho vuestra fe. De todos modos, no olvidéis que disponemos de una fuente de donde mana la vida que nunca muere: la Eucaristía.

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