Hoja Parroquial

Adviento 4 – B | La Navidad está cerca | IQC 2021

Domingo, 20 de diciembre del 2020

Dios es más es bueno de lo que creemos

la bondad de Dios

¿Te extraña este encabezamiento? ¡No me dirás que tú eres de los que crees que Dios es bueno de verdad! Porque ese creo es el gran peligro de los cristianos. Creemos, sí, que Dios es bueno, pero no tanto porque más de una vez a nosotros no nos ha hecho caso.

La Navidad es la revelación de la bondad de Dios. Es la revelación del amor de Dios. Es la revelación de lo mucho que nos quiere y nos ama. El Niño del pesebre, ¿qué otra cosa es, sino el amor y la bondad de Dios para con los hombres?

La cuna de Belén es la manifestación de la gratuidad de Dios. ¿Alguien cree que se merecía que Dios encarnase a su Hijo?

La cuna de Belén es la manifestación de la voluntad salvífica de Dios. ¿Alguien haría lo mismo para salvar a los demás?

La cuna de Belén es la manifestación de lo cerca que Dios quiere estar del hombre. Se hace hombre con los hombres.

La cuna de Belén es la mejor manifestación de la importancia del hombre para Dios. ¿Rebajarse a su misma condición humana? ¿Vaciarse de sí mismo, de su condición de Dios, y aparecer como un “hombre cualquiera” que nos dice Pablo? Es Dios y vemos al hombre. Es divino y sólo vemos la humanidad.

Es posible que nosotros hubiésemos preferido que Dios nos manifieste su bondad, dándonos un trabajo, aumentándonos el suelo o sanándonos de esta o aquella enfermedad, y no logremos valorar debidamente los grandes rasgos de su bondad y de su amor. Con frecuencia, nos parecemos a esos hijos que dudan del amor de sus padres porque no los han dejado salir una noche con sus amigos, y se olvidan del don de la vida que de ellos han recibido.

Por eso mismo, celebrar la Navidad no es tan fácil como a veces pensamos. Se puede hacer fiesta sin celebrar nada. Sólo celebramos la Navidad cuando nos sentimos profundamente amados, nos sentimos salvados, y le sentimos a Él tan próximo y cercano a nosotros. Si no lo experimentamos en nuestra casa, ¿qué sentido puede tener la Nochebuena? Será una noche como cualquier otra, con la diferencia de que esa noche se come mejor.

La Navidad de los sin fe

Navidad

Resulta curioso el hecho de la Navidad. La celebramos todos, creyentes o no creyentes. También los que no creen en la Navidad van a celebrar su Nochebuena. No irán a la Misa de Gallo, ni a las demás Misas (si es que para esta Navidad 2020 vuelven a haber), pero se cruzarán regalos y se saludarán.

¿Se tratará de una celebración totalmente vacía de sentido? Pensamos que no. El corazón humano es muy misterioso. Con frecuencia, un montón de cenizas esconden alguna que otra brasa que todavía arde dentro. Cuando menos, aún éstos que dicen no tener fe, de alguna manera se sienten reunidos por la figura del Niño. Se sienten unidos en la amistad, por la figura del Niño, y hasta adornan la casa en razón del Niño. Posiblemente no lo dicen, ni lo nombran, pero se unen al misterio que celebramos quienes decimos creer.

Es posible que la Navidad que parece la fiesta de la inocencia, no sea tan inocente, sin grandes declaraciones ponga al descubierto que ni la fe de muchos es tan explícita ni la no fe de otros sea tan callada.

Puede que la ternura de un Niño en el pesebre ablande las resistencias de muchos que se declaran blindados a todo lo que suene a religión. ¿Será una celebración social? Pero lo social no impide que las pequeñas brasas del corazón sigan ardiendo. Una oración de todos por los que no creen, pero celebran.

Regalos del Niño Jesús

Navidad con Jesús

Bueno, querido Niño, no te me hagas el engreído. También tú tienes que meterte en la fiesta de los regalos. Sí ya sé que tú mismo eres el regalo que Dios hace a todos en la Navidad, pero tienes que comenzar a repartir regalitos. Acostúmbrate de pequeño. Así, por ejemplo, yo te pediría que en estas Navidades 2020 regales:

A los que están en campaña política: Mucha sinceridad, menos mentiras y engaños y un sentido profundo de servicialidad a todos por encima de intereses partidistas. Que sean candidatos del Perú más que de su Partido.

A los esposos y esposas: Regálales un corazón capaz de olvidarse de sí mismos para pensar en el otro. Hazlos fieles en el amor, constantes en su esperanza y decididos en su caminar juntos. Que el próximo año vuelvan a celebrar tu Navidad juntos.

A los niños: Regálales unos padres que los amen de verdad, un hogar caliente de amor, y la seguridad que les da la armonía de sus padres.

A los jóvenes: Llénalos de ilusiones y de esperanzas. Ademéas, un país donde puedan encontrar trabajo sin necesidad de soñar en irse fuera.

A los ancianos: Regálales la alegría de sentirse queridos, acompañados y atendidos con cariño. Que su felicidad les haga bendecir los sudores que han dejado por el camino.

A los enfermos: Alivia sus dolencias, dales fortaleza para ser más fuertes que su sufrimiento, que sientan la alegría de ver su cama o su silla de ruedas como una especie de tu cuna en Belén.

A los sacerdotes: Danos fidelidad en nuestra vocación y que sintamos el gozo y la alegría de sentirlos a todos como familia nuestra en esta Navidad.

Al mundo: Que termine la pandemia, además dale paz, justicia, honestidad. Que dejemos de vernos como enemigos y nos sintamos todos hermanos.

¿Qué, te pido mucho? ¿Qué es todo esto para ti?

¡¡¡Feliz Navidad!!!

A los que creen, para que crean más.
A los que aman, para que amen más.
A los que esperan, para que esperen más.
A los que lloran, para vuelvan a reír.
A los que ríen, para que compartan su alegría.
A los malos, para que sean buenos.
A los buenos, para que sean santos.
A los santos, para que sean más simpáticos.
¡Feliz Navidad!

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