Hoja Parroquial

.

Tú conoces lo que es una estación de trenes y has visto la maraña de vías que suele haber en las estaciones. Esa maraña sirve para poder marcarle a cada tren la vía por la que debe ir. Una equivocación de dirección puede provocar serios accidentes. Si lo mandas por la vía equivocada puede chocar con otro tren que viene de frente. Hemos sido testigos de auténticos desastres.

Antes de comenzar su vida pública, a Jesús le quisieron cambiar las agujas. El Padre le había encomendado una misión y le había indicado también cómo llevarla a cabo. Pero nada más presentarse en el desierto, el tentador pretendió cambiarle de agujas, cambiarle las vías.

El Padre le había puesto en el camino de la pobreza como signo del Reino, pero el tentador le sugiere que mejor se vaya por el camino de la riqueza, algo muy fácil para Él. Es Dios y puede sacar riqueza hasta de las piedras. Además, los hombres creen más a la riqueza que a la pobreza. ¡No seas tonto!

El Padre le había puesto en el camino de la debilidad como expresión de la libertad del Reino, pero el tentador le sugiere el camino del poder. El poder lo consigue todo, para implantar el Reino más se logra con el poder que con la debilidad de la cruz.

El Padre le había puesto en el camino de la humildad y la sencillez. Nada con el sensacionalismo que impacta y crea admiradores, más que seguidores. Pero el tentador, ni corto ni perezoso, le presenta el camino de lo maravilloso, y qué mejor sitio que el alero más alto del Templo. ¡Tírate abajo, sin alas, sin parapente, así como eres y verás cómo la gente te aplaude y grita tu nombre y te convertirá en su héroe!

No es fácil aceptar los caminos de Dios renunciando a los caminos de los hombres. No es fácil renunciar al estilo de Dios dejando de lado el estilo de los hombres. Jesús renuncia a los caminos y criterios humanos y se entrega de frente a los caminos y criterios del Padre.

¿No son también estas nuestras verdaderas tentaciones? Con los criterios del Evangelio es difícil hacerse rico. Es difícil triunfar en política. Es difícil “pasárselo bien” como los demás. 

Cristianos, sí, pero por los caminos de los hombres. Cristianos, sí, pero con la mentalidad y los criterios de los hombres. Por eso el camino de la fe nos sueñe resultar un camino tan cuesta arriba.

.

Todos tenemos la impresión de que la Cuaresma es un tiempo de caras serias, caras amargadas. Jesús nos dijo otra cosa. Cuando ayunéis, por favor, no pongáis cara de ceniza. Al contrario, poned caras alegres y sonrientes.

Yo diría que la Cuaresma debiera ser un tiempo alegre, simpático. Y esto por dos razones bien sencillas.

Es tiempo de conversión. ¿Acaso el convertirnos tiene algo de tristeza?  ¿Acaso si nos dijesen que en la Cuaresma vamos a rejuvenecer el rostro, el cuerpo, nos pondríamos tristes? Pues en la Cuaresma podemos rejuvenecer nuestras vidas, nuestras ideas, nuestros corazones. ¿Es esto para poner cara de tranca?

Es camino hacia la Pascua. Es camino hacia la fiesta de la vida, la fiesta de la Salvación. ¿Es esto para poner cara de amargados?

La Cuaresma exige seriedad, pero ser serios no es lo mismo que amargados. ¿Podemos cantar en la Cuaresma? Claro que sí. Debiéramos multar a todos los tristes y a todos los que caminan sin el sentido de la fiesta.

La alegría no debiera servir para las fiestas del pecado. La alegría es para las fiestas de la vida. ¿Por qué hacemos tanta juerga para la vida del vicio y luego cuando hablamos de Dios tenemos que poner cara de asustados? La vida solo se celebra con vida.

.

La Cuaresma más que un tiempo es un camino. No es un problema de reloj, sino un problema de actitudes y de hacer un camino, un camino bautismal. La Vigilia Pascual es una celebración bautismal. El bautismo como nuestra Pascua: muertos al hombre viejo y renacidos al hombre nuevo del Espíritu.

¿No podríamos hacer una pequeña experiencia bautismal en esta Cuaresma 2023? ¿Cómo? Muy fácil…

Primer paso: en la primera semana desempolva las fotos de tu bautismo, las de tus hijos, y exponlas en el cuarto de estar.

Segundo paso: la segunda semana enciende dos velas: las velas de los papás o esposos.

Tercer paso: en la tercera semana enciende una vela por cada uno de los hijos bautizados.

Cuarto paso: los papás renuevan su bautismo delante de los hijos.

Quinto paso: los hijos renuevan su bautismo delante de los padres.

Sexto paso: comprar unas velas bonitas, gruesas para cada miembro de la familia, para traerlas el sábado santo en la Vigilia Pascual.

Son pequeñas expresiones que pueden ayudarnos a recordar nuestro bautismo. Se pueden leer algunos textos relativos al Bautismo, que nos ayuden a adentrarnos en el verdadero sentido de nuestro Bautismo.